Israel usa enseñanzas del Holocausto para tratar a los rehenes secuestrados por Hamas
Israel espera ansiosamente el regreso de los rehenes mantenidos en cautiverio por Hamas, mientras que ya se están realizando preparativos para la extensa atención psicológica que requerirán.
Por DR. ITAY GAL Las IDF se preparan para recibir a los rehenes devueltos de Gaza en el acuerdo sobre rehenes, 18 de enero de 2025.(photo credit: IDF SPOKESPERSON UNIT)
En solo unas pocas horas, los primeros tres rehenes regresarán a Israel, el domingo, y serán trasladados al "Pabellón de Retornados" designado en el hospital. Allí, se reunirán con sus familias y comenzarán un proceso prolongado de evaluaciones médicas, recuperación y rehabilitación, acompañados de cerca por apoyo psicológico.
'El trauma deja cicatrices profundas'
La Dra. Einat Yehene, una neuropsicóloga clínica y psicóloga de rehabilitación que lidera el equipo de rehabilitación en la Sede de Familias de Rehenes, ha apoyado a numerosas familias durante el último año.
"Estos rehenes vienen de una realidad de violencia extrema, miedo constante y condiciones adversas: exposición a escenas violentas, privación nutricional, privación de sueño y amenazas", explicó Yehene.
"Estas circunstancias dejan huellas significativas tanto en la mente como en el cerebro. Las experiencias, combinadas con la pérdida de control e identidad, llevan a síntomas graves como parálisis psicomotora, desorientación en el tiempo y el espacio, y efectos fisiológicos graves. Es probable que los rehenes enfrenten desafíos neurológicos y cognitivos, incluyendo interrupciones en la memoria y una incapacidad para conectar sus experiencias en cautiverio con su nueva realidad. El proceso de rehabilitación será largo y complejo, extendiéndose mucho más allá de los días iniciales después de la liberación. Requerirá un tratamiento integral y sistémico, que incluya rehabilitación motora y cognitiva, así como un prolongado apoyo emocional."
Los primeros días críticos: Creando un sentido de seguridad
"Los primeros días son críticos", enfatiza Yehene. "El enfoque está en crear un entorno seguro y neutral que evite la exposición a desencadenantes que puedan retraumatizarlos. La orientación suave y sensible es crucial, sin abrumarlos con preguntas o demandas".
"Nuestro papel es restaurar el sentido de control de los rehenes. Incluso acciones cotidianas, como ofrecer comida, deben hacerse con respeto y teniendo en cuenta su elección. La comunicación debe ser simple y libre de estrés, centrándose en sus necesidades más básicas: seguridad, nutrición y conexión humana cálida. Es un proceso de equilibrio emocional, casi como un 'renacimiento' después de una experiencia traumática.”
LUIS HAR (extrema izquierda) y Fernando Marman (centro), dos rehenes rescatados en una operación de las fuerzas especiales en Rafah, Gaza, el lunes por la mañana temprano, se reúnen con sus seres queridos más tarde en el Centro Médico Sheba en Tel Hashomer. (credit: IDF/Reuters)
Rehabilitación a largo plazo: Un enfoque personalizado
Más allá de la estabilización inicial, los rehenes necesitarán una rehabilitación extendida para abordar los desafíos cognitivos y emocionales. "Algunos pueden necesitar terapia del habla para recuperar habilidades de comunicación después de meses de silencio", dijo Yehene. "El tratamiento también incluirá la reconstrucción de habilidades de vida básicas, el desarrollo de estrategias organizacionales y la adaptación a su nueva rutina diaria. Cada rehén recibirá un plan de tratamiento personalizado, incluido el apoyo familiar a largo plazo. Es crucial ver a los rehenes y sus familias como un sistema completo que necesita un apoyo completo y continuo."
Apoyo a las familias
"Durante los momentos iniciales de liberación, hay una inmensa euforia, pero está acompañada de miedo y ansiedad", señaló Yehene. "Las familias no saben cómo enfrentar las complejas necesidades de sus seres queridos: pesadillas, momentos de alienación o comportamientos inesperados.
"Además, las propias familias han soportado un trauma prolongado durante el período de cautiverio y requieren apoyo psicológico tanto como los rehenes. Deben ser guiados sobre cómo apoyar a sus seres queridos sin añadir presión y ayudados a navegar los desafíos emocionales y físicos que vienen por delante".
Un ambiente de curación
Al llegar al hospital, los rehenes ingresarán a una unidad especializada diseñada para transmitir calma y seguridad. Las habitaciones privadas, parecidas a suites de hotel, incluyen camas adicionales para que los miembros de la familia que los acompañen desde el principio puedan brindar un apoyo emocional vital. Además de extensos exámenes médicos, los rehenes serán sometidos a evaluaciones psicológicas iniciales para identificar necesidades urgentes y a largo plazo.
Las primeras etapas del cuidado emocional se centrarán en escuchar, restaurar gradualmente el control sobre sus vidas y proporcionar información solicitada a un ritmo manejable. Pequeñas elecciones, como decidir entre agua o cola o si ducharse ahora o más tarde, les ayudarán a recuperar un sentido de autonomía.
Inicialmente, se espera que los rehenes luchen con la sobrecarga sensorial: luces brillantes, tacto, ruidos fuertes o personas hablando árabe. Los terapeutas están entrenados para preguntar, "¿Está bien si te toco?" o "¿Está bien si nos sentamos junto a ti?" La sensibilidad es clave, asegurando que ningún sentido o emoción se vea abrumado. Solo una vez que sus cuerpos comiencen a recuperarse, podrá comenzar el procesamiento psicológico de la experiencia traumática.
Procesamiento del trauma: enfrentar emociones complejas
La terapia a largo plazo se centrará en procesar el trauma del cautiverio y lidiar con sentimientos de culpa, miedo y ira. Los terapeutas experimentados utilizarán técnicas como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) y el Reprocesamiento y Desensibilización por Movimientos Oculares (EMDR) para abordar cuidadosamente los recuerdos traumáticos. La terapia artística y de movimiento también se incorporará para facilitar una expresión emocional adicional.
Reintegrarse en la vida diaria es un desafío significativo. Los rehenes necesitarán navegar por los cambios que ocurrieron en su ausencia y puede que les cueste reconectar con sus comunidades o familias debido a las brechas de tiempo y realidad. La terapia proporcionará herramientas para reconstruir la autoestima y permitir un retorno a una rutina equilibrada y saludable.
Una misión nacional
El Dr. Yehene subrayó que el trauma del cautiverio genera emociones complejas, incluida la ambivalencia hacia los captores. Los terapeutas ayudan a los rehenes a procesar estos sentimientos y entender que son una parte natural del trauma. Abordar la culpa del superviviente y la pérdida también son centrales para el tratamiento.
Además del cuidado emocional, los terapeutas actúan como mediadores con las autoridades, ayudando a los rehenes a acceder a sus derechos a través de entidades como la seguridad social y los fondos de salud. El proceso terapéutico evoluciona con el tiempo, adaptándose a las necesidades cambiantes tanto de los rehenes como de sus familias, equipándolos con las herramientas para reconstruir vidas activas y significativas.
"Esta es una misión nacional", concluye Yehene, "para rehabilitar no solo a los rehenes, sino a todo el círculo que los rodea".
El desafío de la reintegración
Volver a la vida normal supone retos significativos para los rehenes. Se enfrentarán a una nueva realidad moldeada por los cambios que ocurrieron durante su tiempo en cautiverio, tanto dentro de sus familias como en sus comunidades. El impacto psicológico del cautiverio crea una desconexión con el presente, dejando a muchos luchando por conciliar su trauma pasado con sus circunstancias actuales.
La Dra. Yehene explicó: "Es probable que los rehenes experimenten dificultades para reintegrarse en sus familias y comunidades debido a las brechas en el tiempo, percepción y realidad. Para algunos, el desafío puede ser agravado por sentimientos de alienación o un sentido de no pertenencia a la vida que dejaron atrás. Nuestro objetivo como terapeutas es brindarles las herramientas para reconstruir su identidad, autoestima y sentido de propósito".
El proceso terapéutico implica ayudar a los rehenes a adaptarse a estos cambios y capacitarlos con estrategias para navegar la vida cotidiana. Esto incluye recuperar la confianza en sí mismos y en otros, manejar los desencadenantes emocionales y encontrar formas de reconectar con sus seres queridos. Estas herramientas son fundamentales para fomentar una sensación de estabilidad y pertenencia.
Un enfoque personalizado para cada individuo
La Dra. Yehene enfatizó que no hay un enfoque único para tratar a los rehenes. "Cada persona viene con sus propias experiencias, desafíos y necesidades únicas. Por eso creamos planes de tratamiento personalizados que abordan sus requerimientos psicológicos y emocionales específicos", dijo.
Estos planes a menudo incorporan múltiples modalidades terapéuticas, incluida la rehabilitación cognitiva para aquellos que experimentan dificultades de memoria o concentración, así como terapias expresivas como la terapia artística o musical para facilitar la liberación emocional. El enfoque holístico garantiza que todos los aspectos del bienestar de los rehenes, físicos, emocionales y sociales, sean abordados.
El papel de la familia en la curación
Los miembros de la familia son fundamentales en el proceso de recuperación, pero también requieren orientación y apoyo. "Las familias juegan un papel crucial en la rehabilitación de los rehenes, pero a menudo se sienten desprevenidas para manejar la complejidad de la situación", explicó la Dra. Yehene.
Los terapeutas trabajan de cerca con las familias para ayudarles a comprender las necesidades de los rehenes y cómo brindar el tipo correcto de apoyo. Esto incluye enseñarles cómo abordar temas sensibles, manejar explosiones emocionales y construir un ambiente de comprensión y compasión. Al mismo tiempo, se alienta a los miembros de la familia a buscar atención psicológica para ellos mismos y así abordar el trauma que sufrieron durante el período de cautiverio.
Abordando la reintegración social
Más allá del círculo inmediato de familiares y amigos, la reintegración social es otro aspecto crítico de la recuperación. Los rehenes pueden enfrentar desafíos al regresar a sus vidas profesionales, restablecer conexiones sociales o participar en actividades comunitarias. La brecha entre sus experiencias y el mundo exterior puede generar sentimientos de aislamiento y falta de comprensión.
Para abordar esto, los terapeutas y trabajadores sociales colaboran con empleadores, educadores y líderes comunitarios para facilitar una transición suave. También pueden lanzarse campañas de concienciación pública para educar a la sociedad sobre las experiencias de los rehenes, fomentando un entorno más solidario y empático.
Un camino hacia adelante: Esperanza y resiliencia
La Dra. Yehene subrayó que, si bien el camino hacia la recuperación es largo y complejo, también es un viaje de esperanza y resiliencia. "El trauma del cautiverio es profundo, pero con el cuidado y apoyo adecuados, los rehenes pueden reconstruir sus vidas y encontrar sentido en el futuro", dijo.
Destacó la importancia del apoyo psicológico y social continuo, no solo para los rehenes, sino para todos los afectados por su experiencia. "Se trata de sanar como nación", concluyó. "Al invertir en su recuperación, también estamos reafirmando nuestro compromiso con su humanidad y nuestro futuro compartido".
Mientras Israel se prepara para dar la bienvenida a sus rehenes liberados, el proceso de curación apenas comienza. A través de una atención integral, personalizada y solidaridad nacional, hay esperanza para un futuro donde estos individuos puedan recuperar sus vidas y prosperar una vez más.