Los antiguos romanos utilizaban el venenoso beleño negro como droga alucinógena, según un nuevo estudio titulado "Evidencia del uso intencional del beleño negro (Hyoscyamus niger) en los Países Bajos romanos", realizado en las antiguas ruinas romanas de Houten-Castellum en los Países Bajos. reclamos.
Las semillas de la planta en cuestión, el beleño negro, se encontraron en un hueso hueco de oveja o cabra y están omnipresentes en sitios arqueológicos de todos los Países Bajos, según los investigadores.
Houten-Castellum fue un asentamiento romano desde el período romano temprano hasta el siglo II d.C.
Si bien los investigadores encontraron semillas de beleño negro en una maceta y un hoyo que datan de la época romana, esto no necesariamente indicaba un uso intencional.
Más bien, en una canasta con cuatro ollas, los investigadores encontraron la cabeza floral completa del beleño negro, que dijeron que era una "ofrenda de abandono".
Un artefacto adicional que sugiere tal uso es el hueso ahuecado de oveja o cabra. Encontrado en un pozo que data entre el 70 y el 100 d.C., el hueso había sido elaborado y el extremo del fémur estaba sellado con material negro, lo que indica que el hueso se usó intencionalmente como objeto.
El examen arquebotónico encontró que el hueso originalmente contenía unas 1000 semillas de beleño negro, y otros estimaron que podía llegar a 4000.
El hueso había sido depositado en la parte superior del pozo junto con esqueletos adicionales, lo que los investigadores interpretaron como una "ofrenda de abandono". En el marco de este ritual, se destruye la masía y se entierra su contenido, explicó "Hiperalérgico".
Tal uso, además de que las semillas se encuentren en un recipiente, sugiere usos medicinales o alucinógenos, dijeron los investigadores.
El beleño negro en los clásicos
El beleño negro era muy conocido en la antigüedad. Escritores como Dioscórides y Plinio el Viejo mencionan la planta en sus escritos. Estos últimos distinguían entre la planta y las semillas negras, que podían provocar locura, mientras que la blanca se utilizaba con fines medicinales. Plutarco la llamó planta venenosa.