El ejército israelí anunció el miércoles que había bombardeado la red de cuarteles generales de inteligencia de Hezbollah en 60 lugares diferentes.
Según el ejército israelí, esto impactará inmediata y directamente en la capacidad de Hezbollah para recolectar inteligencia, coordinar esfuerzos de inteligencia y en sus diversas herramientas para evaluar el panorama general del campo de batalla.
Un mapa de las áreas atacadas mostró un gran número de objetivos en el sur del Líbano, unos cuantos en el valle de Bekaa, unos pocos en el Líbano central y uno en la costa oeste.
El ataque simultáneo parecía estar enfocado en lograr un momento de shock y confusión en todo el Líbano.
Dado el gran golpe a las comunicaciones de Hezbollah por las explosiones de buscapersonas y walkie-talkies desde mediados de la semana pasada, así como los numerosos comandantes de alto rango muertos desde el viernes de la semana pasada, derribar la red de inteligencia de Hezbollah podría dejarla sustancialmente ciega respecto al campo de batalla en desarrollo.
El futuro de Hezbollah
Esto podría dificultar que Hezbollah sepa qué cohetes aún pueden ser disparados versus cuáles han sido destruidos, así como hacer más difícil defenderse contra una futura invasión terrestre potencial de las FDI.