Documentos recientemente desclasificados de la CIA revelan que en 1988, la CIA llevó a cabo un experimento como parte de un proyecto secreto llamado Sun Streak, con el objetivo de localizar el artefacto perdido utilizando técnicas de visualización remota.
En uno de estos experimentos, una persona identificada como Visualizador Remoto No. 032 tuvo la tarea de encontrar un objetivo desconocido, que de hecho era el Arca de la Alianza. Sin conocimiento previo del objetivo, el Visualizador Remoto No. 032 describió un contenedor hecho de madera, oro, y plata, adornado con imágenes de ángeles de seis alas, y de forma similar a un ataúd.
"El objetivo es un contenedor. El contenedor contiene otro contenedor dentro de él", declaró el Visualizador Remoto No. 032, según el New York Post. El visualizador remoto además describió el objeto como "oculto—subterráneo, oscuro y húmedo," indicando la naturaleza oculta de su ubicación.
El espectador percibió la presencia de entidades protectoras, advirtiendo que cualquier intento de acceso no autorizado al Arca sería "destruido por los protectores del contenedor por una fuerza desconocida para nosotros." Además, el Observador Remoto No. 032 sugirió que el sitio estaba poblado por individuos que hablaban árabe vestidos de blanco, con imágenes que indicaban la presencia de cúpulas de mezquitas, según informó Insider Paper.
"El propósito del objetivo es unir a las personas. Tiene algo que ver con la ceremonia, la memoria, el homenaje, la resurrección", dijo el Observador Remoto No. 032, según Metro. "Hay un aspecto de espiritualidad, información, lecciones y conocimiento histórico mucho más allá de lo que sabemos ahora."
El Proyecto Sun Streak de la CIA, iniciado en la década de 1980, buscaba emplear a individuos con supuestas habilidades psíquicas para localizar objetivos distantes utilizando solo coordenadas geográficas. Los hallazgos del proyecto alimentaron debates entre historiadores, arqueólogos y teóricos de la conspiración por igual.
El Arca de la Alianza, considerada el objeto más sagrado en el judaísmo, fue construida por los israelitas alrededor del siglo XIII a.C., según la Biblia. Se dice que Moisés colocó las tablas de piedra inscritas con los Diez Mandamientos dentro del Arca. Estuvo alojada en el Santo de los Santos, la cámara más interna del Templo en Jerusalén, hasta que desapareció durante la conquista babilónica en el 586 a.C.
A lo largo de los siglos, han surgido numerosas teorías sobre el destino del Arca. Una teoría afirma que fue llevada a Etiopía, donde supuestamente reside en una iglesia local llamada María de Sion. En 2018, un grupo de cristianos estadounidenses del Instituto de Búsqueda y Exploración Arqueológica de la Biblia (BASE) afirmó haber descubierto el Arca dentro de una iglesia remota en África, según Metro. Sin embargo, muchos investigadores rápidamente desestimaron esta afirmación, dejando su verdadera ubicación como un misterio.
El documento desclasificado incluía varias páginas de dibujos que representaban a uno de los cuatro serafines que se encuentran en las esquinas del Arca, así como un dibujo de momias alineadas en una pared. El informe también incluye bocetos de una mezquita con cúpula, alimentando más especulaciones sobre la ubicación del Arca en el Medio Oriente.
El artículo fue escrito con la ayuda de un sistema de análisis de noticias.