Excavaciones recientes en Başur Höyük, un asentamiento de la Edad del Bronce que data alrededor del 3300 a.C., descubrieron tumbas de entierro reales que contenían objetos funerarios y evidencia de sacrificios humanos.
Los investigadores informaron que los restos esqueléticos indicaban que la mayoría de los individuos sacrificados eran adolescentes, lo que refleja hallazgos en Arslantepe, donde muchas víctimas tenían entre 12 y 16 años. Uno de los entierros en ese lugar contenía a dos niños de 12 años junto a ocho individuos que murieron en circunstancias violentas, y un análisis posterior reveló que la mayoría de los restos pertenecían a mujeres que no habían alcanzado la adultez.
"Nos enfrentamos a un grupo de adolescentes que fueron reunidos, ya sea por la fuerza o voluntariamente, para llevar a cabo rituales extremos", dijo uno de los investigadores. Su trabajo en Çatalhöyük, que data entre el 3100 y 2800 a.C. en el alto río Tigris, resaltó una conexión entre estos rituales y la juventud.
El estudio reveló además que el análisis de ADN de nueve individuos no indicaba ningún parentesco biológico claro. Este hallazgo sugería que el agrupamiento de las víctimas no se basaba en lazos familiares, sino que formaba parte de una asignación ritual deliberada. Wingro propuso que las tumbas reflejaban rituales sociales relacionados con la edad y roles comunitarios, posiblemente representando a un grupo en el que los adolescentes eran sacrificados mientras que otros sobrevivían hasta la adultez.
Algunos académicos especularon que los eventos en Çatalhöyük se asemejaban a una versión antigua de Los Juegos del Hambre, donde solo los más fuertes aseguraban una oportunidad de supervivencia y reproducción. Posteriormente, los científicos analizaron isótopos estables para determinar los orígenes geográficos de las víctimas, con el objetivo de arrojar luz sobre la naturaleza de estos rituales.
Detalles adicionales de Başur Höyük se sumaron al relato. Las tumbas contenían docenas de objetos metálicos, incluyendo joyas de oro y plata junto con dagas y puntas de lanza de bronce, lo que indicaba que incluso las comunidades periféricas tenían acceso a bienes de lujo y tecnología. Las víctimas fueron colocadas en una habitación adyacente a la cámara funeraria principal, lo que sugería un arreglo jerárquico en el complejo funerario. En las fases tempranas del cementerio, los investigadores observaron una mezcla de hombres y mujeres, con una posible predominancia de mujeres, lo cual coincidía con la evidencia de ofrendas sacrificiales entre las adolescentes.
"Los autores del estudio mencionaron que la nueva imagen es decididamente más compleja y sugiere que en esa región simplemente no existe una trayectoria lineal desde sociedades igualitarias a pequeña escala hasta sociedades estratificadas a gran escala," según Popular Science.
El artículo fue escrito con la ayuda de un sistema de análisis de noticias.