Tras ser liberada de su cautiverio en manos de Hamás en Gaza el pasado noviembre, luego de más de 50 días en cautiverio, Mia Schem se ha convertido en una figura prominente en la lucha por la liberación de los rehenes que aún están en poder de Hamás.
Desde su regreso, la historia de Schem ha resonado profundamente en todo el país, y ha compartido las extremas dificultades que sufrió mientras estuvo cautiva por la organización terrorista.
En un adelanto del próximo episodio de Connected: Life in War, que se emitirá el domingo en HOT3, Mia habló con el fotógrafo Ziv Koren, quien fue el primero en fotografiarla tras su liberación, sobre las dificultades que había enfrentado.
Tiempo en cautiverio
"Llegamos a un lugar y me metieron en una habitación", recordó Mia, describiendo las graves lesiones que sufrió durante su secuestro. "Me sentaron en un rincón, tenía una mano desatada y estaba sangrando. Había muchos árabes alrededor".
"Una cama de hospital bajo una pequeña luz estaba en medio de la habitación, como algo sacado de una película de horror". Agregó que su mano había estado atada con plástico durante tres días.
Mia también describió un momento particularmente angustiante en la casa de su captor. "Había llegado allí el último día de mi periodo y apenas podía caminar, así que tuvieron que sujetarme la mano".
"Su esposa me siguió al baño. Estaba llorando, con dolor, intentando ponerme un tampón pero no podía. Estaba sollozando, y ella empezó a gritarme mientras él golpeaba la puerta. Me desmayé por el dolor, sin ropa interior ni pantalones".
También describió el acoso sexual que sufrió por parte de su captor, quien "no paraba de recordarme que me había visto sin ropa interior".
Reflexionando sobre el trauma, dijo: "Durante mi cautiverio, no me vino el periodo debido al shock y trauma que mi cuerpo experimentó".