Una de las tecnologías únicas que ha salvado vidas de soldados israelíes durante la reciente guerra contra Hamas ha sido el uso de sistemas autónomos en los cuales los vehículos pueden ser conducidos por control remoto. Israel Aerospace Industries (IAI) ha estado a la vanguardia de esta tecnología, y un ejemplo de cómo está transformando la guerra es el autónomo RobDozer.
Se trata de una versión robótica del bulldozer Caterpillar D9 de las FDI, el principal bulldozer grande utilizado por los ingenieros de combate de Israel.
IAI presenta el nuevo robot D-9 "RobDozer
Estos tipos de bulldozers suelen estar tripulados, y se pueden tener varias personas en la cabina de la máquina grande. Sin embargo, el problema con estas enormes máquinas torpes es que generalmente no están bien blindadas.
Eso significa que si los envías a un campo de batalla, pueden ser vulnerables al fuego de RPG o misiles antitanque. Aunque el conductor y una segunda persona en la cabina puedan llevar un M-16, o se puedan enviar tanques para apoyar a estos vehículos, el desafío sigue siendo que pueden ser fácilmente objetivo debido a su movimiento lento y tamaño.
Una solución es hacerlos autónomos. El ejército israelí y empresas como IAI han estado haciendo esto en los últimos años. Esta semana, IAI llevó a cabo una demostración en vivo con el RobDozer.
'Salvando vidas al hacer un mejor uso de herramientas robóticas'
Esta semana, IAI llevó a cabo una demostración en vivo con el RobDozer. La máquina fue controlada desde Estados Unidos mientras conducía por Israel.
"El RobDozer está operativo y probado en combate, habiendo llevado a cabo misiones de combate completamente robóticas, reduciendo drásticamente el riesgo para las tropas. Estas misiones, incluyendo la limpieza de caminos, la construcción de puentes y la neutralización de IEDs, suelen representar un alto riesgo pero se completaron con éxito desde la planificación hasta la ejecución utilizando robótica, todo mientras se mejora la conciencia situacional y se optimiza la integración de activos tripulados y no tripulados, salvando vidas al hacer un mejor uso de herramientas robóticas en el campo de batalla", dijo IAI en un comunicado.
LA EMPRESA dice que puede operar en varios niveles de independencia autónoma, "permitiéndole cavar trincheras en el campo, limpiar una ruta en áreas difíciles o intransitables y mover obstáculos grandes o sospechosos, sin peligro para el personal operativo. Además, el sistema puede estar equipado con medios para identificar y evitar obstáculos, que pueden operar en todas las condiciones climáticas y de visibilidad".
IAI se refiere a esta máquina como un Sistema de Ingeniería de Combate Autónomo. Está basado en la versión militar de las Fuerzas de Defensa de Israel del bulldozer D9, que pesa alrededor de 75 toneladas.
IAI dice que este "robusto vehículo blindado se usa principalmente para tareas de abertura, capaz de despejar caminos a través de terrenos difíciles y eliminar una variedad de obstáculos que obstaculizan las operaciones militares". La máquina puede ser navegada por control remoto a lo largo de puntos de referencia, y también puede realizar su propia navegación a lo largo de la ruta, buscando rutas óptimas para evitar ciertos obstáculos definidos.
La compañía señala que "el bulldozer altamente blindado es capaz de resistir una variedad de ataques. Con un colosal blindaje de 15 toneladas, este bulldozer de combate puede desviar no solo balas sino también granadas propulsadas por cohetes, lanzagranadas, trampas explosivas y dispositivos explosivos. Su construcción robusta lo hace adecuado para empujar tierra y escombros en entornos hostiles mientras le disparan, convirtiéndolo en una herramienta formidable para construir fortificaciones o demoler estructuras enemigas. La capacidad del bulldozer de combate para resistir tales ataques destaca su importancia en operaciones militares donde la protección y funcionalidad son cruciales".
La empresa agrega que la integración del "RobDozer" en las unidades de ingeniería militar aumenta significativamente su capacidad para alterar rápidamente los paisajes a favor de operaciones defensivas u ofensivas. Al automatizar tareas de ingeniería críticas pero peligrosas, el RobDozer no solo mejora la seguridad del personal, sino que también aumenta el ritmo operativo y la efectividad de las fuerzas terrestres. Sus sólidas soluciones de ingeniería mejoran la eficiencia operativa de las unidades militares, garantizando entornos seguros para que los sistemas de defensa avanzados, como las plataformas de interceptores de misiles, puedan funcionar de manera efectiva en escenarios complejos.
Aspectos futuros de la guerra
El bulldozer robótico ilustra algunos de los aspectos futuros de la guerra. Los drones ya se han utilizado en todos los niveles en el cielo, desde pequeños cuadricópteros hasta drones grandes del tamaño de aviones.
Algunos drones pueden volar durante hasta 48 horas o más. En el mar, nuevas embarcaciones no tripuladas también están comenzando a desempeñar un papel. En tierra, ahora existen vehículos robóticos más pequeños, como vehículos todo terreno no tripulados.
Además, empresas como IAI están pioneras en el uso robótico de plataformas existentes como el D9 o el M113. El M113 es un antiguo transportador personal blindado llamado "Zelda" en Israel. Un vehículo de orugas que parece una gran caja, ya no cumple con los estándares de la guerra moderna debido a su débil blindaje.
Sin embargo, se puede utilizar de forma autónoma. Convertir estos viejos vehículos para uso autónomo prolonga su vida útil y salva las vidas de los soldados.
Los drones fueron inventados para misiones consideradas "aburridas, sucias y peligrosas". El uso de D9 en un formato autónomo, pilotado desde lejos de donde se están conduciendo, es otro ejemplo de cómo trabajos relativamente aburridos, como el uso de una excavadora, o trabajos peligrosos pueden ser asignados a operadores remotos.
El futuro de la guerra es un gran número de sistemas no tripulados, desde drones en el aire hasta vehículos robóticos, embarcaciones no tripuladas y quizás incluso otros tipos de robots avanzando hacia la zona de batalla, salvando vidas y permitiendo misiones que solían ser peligrosas o complejas.
IAI y otras compañías israelíes que están a la vanguardia en robótica e inteligencia artificial se encuentran en la vanguardia de esta carrera armamentista. La reciente guerra ha permitido nuevos avances en este sentido.