Irán se enfrenta a una grave crisis energética, lo que obliga a las escuelas, universidades, oficinas gubernamentales y centros comerciales a operar a capacidad reducida, según un informe del sábado del New York Times.
El informe citó múltiples razones para la situación, incluidas las sanciones impuestas a Irán y un ataque israelí a la República Islámica.
Según el NYT, citando a un funcionario del Ministerio de Petróleo del país y a Hamid Hosseini, miembro del comité de energía de la Cámara de Comercio, un ataque israelí secreto el pasado febrero que impactó dos gasoductos pertenecientes a la República Islámica obligó al país a usar sus reservas de gas de emergencia.
Ahora, se informa que Irán enfrenta un déficit de unos 350 millones de metros cúbicos al día, con una demanda creciente con la llegada del invierno.
"Nos enfrentamos a desequilibrios muy graves en gas, electricidad, energía, agua, dinero y medio ambiente," dijo el presidente iraní Masoud Pezeshkian en un discurso televisado a principios de diciembre, según el NYT.
"Todos ellos están en un nivel que podría convertirse en una crisis," añadió.
'Un barril de pólvora que puede explotar'
Hosseini le dijo al NYT que el país estaba tratando de "contener el daño porque esto es como un barril de pólvora que puede explotar y provocar disturbios en todo el país."
El jefe del Consejo de Coordinación de Industrias de la República Islámica, Mehdi Bostanchi, calificó la situación de "catastrófica", según el NYT.
Según él, el déficit de la última semana podría reducir la producción en el país entre un 30% y un 50%, costándole miles de millones de dólares.
"Naturalmente, los daños causados por la extensa e abrupta interrupción del suministro de energía que ha durado toda la semana serán extremadamente graves para las industrias", señaló supuestamente Bostanchi.