El presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo iraní Masoud Pezeshkian firmaron el viernes un tratado de asociación estratégica de 20 años que involucra una mayor cooperación en defensa y que probablemente preocupe a Occidente.
Pezeshkian, en su primera visita al Kremlin desde que ganó la presidencia en julio pasado, celebró la firma como un nuevo capítulo importante en las relaciones entre los dos países, mientras que Putin dijo que Moscú y Teherán tenían muchas visiones similares sobre asuntos internacionales.
"Esto crea mejores condiciones para la cooperación bilateral en todas las áreas", dijo Putin, enfatizando los beneficios para los lazos económicos y comerciales, que dijo se llevaban a cabo principalmente en las monedas de los dos países.
"Necesitamos menos burocracia y más acciones concretas. Cualquier dificultad creada por otros podremos superarla y avanzar", agregó Putin, refiriéndose a las sanciones occidentales impuestas a ambos países.
Putin dijo que Rusia informaba regularmente a Irán sobre lo que estaba sucediendo en el conflicto de Ucrania y que consultaban estrechamente sobre los eventos en Oriente Medio y la región del Cáucaso Sur.
Rusia e Irán fueron los principales aliados militares del presidente sirio Bashar al-Assad, quien huyó a Moscú después de ser derrocado el mes pasado. Occidente también acusa a Irán de proporcionar misiles y drones para los ataques rusos en Ucrania. Moscú y Teherán afirman que sus lazos cada vez más estrechos no están dirigidos contra otros países.
Putin dijo que el trabajo en un posible gasoducto para llevar gas ruso a Irán estaba progresando a pesar de las dificultades, y que, a pesar de los retrasos en la construcción de nuevos reactores nucleares para Irán, Moscú estaba abierto a potencialmente asumir más proyectos nucleares.
Pezeshkian, cuyas palabras fueron traducidas por la televisión estatal rusa, dijo que el tratado crearía buenas oportunidades y mostraba que Moscú e Irán no necesitaban prestar atención a la opinión de lo que él llamó "países al otro lado del océano".
"Los acuerdos a los que llegamos hoy son otro estímulo en lo que respecta a la creación de un mundo multipolar", dijo.
Estrecha cooperación
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, Moscú ha cultivado lazos más estrechos con Irán y otros países hostiles hacia los Estados Unidos, como Corea del Norte, y ya tiene pactos estratégicos con Pyongyang y su aliado cercano Bielorrusia, así como un acuerdo de colaboración con China.
Los detalles inmediatos del acuerdo de 20 años entre Rusia e Irán no estaban disponibles, pero no se esperaba que incluyera una cláusula de defensa mutua como la sellada con Minsk y Pyongyang. Sin embargo, es probable que preocupe al Occidente, que ve a ambos países como influencias malignas en el escenario mundial.
Ninguno de los líderes mencionó cooperación en defensa durante su conferencia de prensa en el Kremlin, pero funcionarios de ambos países habían dicho anteriormente que parte del pacto se centraba en la defensa.
Rusia ha hecho un uso extensivo de drones iraníes durante la guerra en Ucrania y Estados Unidos acusó a Teherán en septiembre de haber entregado misiles balísticos de corto alcance a Rusia para ser utilizados contra Ucrania.
Teherán niega suministrar drones o misiles. El Kremlin ha declinado confirmar que ha recibido misiles iraníes, pero ha reconocido que su cooperación con Irán incluye "las áreas más sensibles".
Rusia ha suministrado a Irán sistemas de misiles de defensa aérea S-300 en el pasado y ha habido informes en los medios iraníes sobre un interés potencial en comprar sistemas más avanzados como el S-400 y en adquirir aviones de combate rusos avanzados.
La visita de Pezeshkian a Moscú llega en un momento en el que la influencia de Irán en todo Oriente Medio está en retroceso con la caída de Assad en Siria y los ataques de Israel a grupos respaldados por Irán como Hezbollah en Líbano y Hamas en la Franja de Gaza.
El destino de dos importantes instalaciones militares rusas en Siria ha sido incierto desde la caída de Assad.