Por primera vez desde la caída del régimen de Assad y la disminución de la influencia de Hezbolá en Siria, las fuerzas del Ejército sirio alineadas con la nueva administración siria han ingresado en áreas de Hermel, Líbano, desencadenando feroces enfrentamientos con combatientes de Hezbolá.
Los combates, que comenzaron temprano el jueves, se intensificaron cuando las fuerzas sirias repelieron los intentos de avance de Hezbolá cerca de la ciudad siria de Al Qusayr, un bastión de larga data del grupo respaldado por Irán.
Una fuente en el terreno le dijo a The Media Line que los combatientes de Hezbolá lanzaron múltiples intentos de ingresar a Al Qusayr pero se encontraron con una fuerte resistencia por parte del Ejército sirio, que los obligó a retroceder hacia Líbano. A medida que la situación se intensificaba, las fuerzas sirias cruzaron hacia Hawik, una ciudad libanesa en la región de Hermel, donde el combate intenso obligó a los elementos de Hezbolá a retirarse.
El activista político libanés Omar Salloum, hablando con The Media Line, describió a Hawik como una ciudad fronteriza frecuentemente utilizada para operaciones de contrabando dirigidas por Hezbolá. La lucha, dijo, duró todo el día, involucrando intercambios de disparos con armas ligeras y medianas. También se utilizaron proyectiles de mortero por parte del Ejército Sirio para evitar nuevas incursiones de Hezbolá cerca de Al Qusayr, un punto estratégico para el contrabando de armas y drogas.
En medio de la escalada de violencia, The Media Line obtuvo imágenes de Damasco que mostraban a personal del Ejército Sirio capturado por Hezbolá en Líbano. Informes sugieren que estos prisioneros estaban siendo tratados en violación de los estándares internacionales de detención. Mientras tanto, informes no confirmados indican que el Ejército Sirio también había capturado combatientes de Hezbolá.
Frontera siria con Líbano
Desde el colapso del régimen de Bashar Assad el 8 de diciembre de 2024, la nueva administración siria ha trabajado para asegurar su frontera porosa con Líbano, con el objetivo de frenar el contrabando de armas y drogas. Varias operaciones de contrabando a gran escala han sido interceptadas en las últimas semanas, reflejando el renovado esfuerzo de Siria por ejercer control sobre su territorio.
Históricamente, Hezbolá ha dependido de estas rutas de contrabando para transportar armas, narcóticos y otros suministros vitales para sus operaciones. Sin embargo, a medida que Hezbolá continúa involucrado en un conflicto prolongado con Israel, su capacidad para operar libremente a lo largo de la frontera se ha visto severamente debilitada. A pesar de estos contratiempos, los enfrentamientos del jueves sugieren que Hezbolá está intentando reafirmar su presencia en las regiones fronterizas que alguna vez controló.
Si bien la extensión del conflicto sigue siendo incierta, la confrontación entre el Ejército Sirio y Hezbolá en suelo libanés marca un cambio importante en la dinámica regional. La disposición del nuevo gobierno sirio a enfrentarse militarmente con Hezbolá señala un quiebre en alianzas pasadas, añadiendo otra capa de inestabilidad a la región.