El presidente iraní Ebrahim Raisi visitó Sri Lanka el 24 de abril, donde prometió fortalecer los lazos con el país del sur de Asia. Es la primera visita de alto nivel de este tipo en 16 años. Esta visita se produjo bajo la sombra de una decisión de Argentina de buscar el arresto del Ministro del Interior de Irán Ahmad Vahidi. "La solicitud llega menos de dos semanas después de que un tribunal en Argentina responsabilizara a Irán del ataque de 1994 a un centro comunitario judío en Buenos Aires, en el que murieron 85 personas", señaló la BBC.
— Cancillería Argentina (@CancilleriaARG) 23 de abril de 2024
Vahidi había llegado a Pakistán a principios de esta semana, pero al parecer no viajó a Sri Lanka. La BBC informó que Argentina pidió a Pakistán y Sri Lanka detener a Vahidi. "Mientras que una notificación roja alerta a la policía en los países miembros sobre fugitivos buscados a nivel internacional, no constituye una orden de arresto", señaló el informe.
Al-Arabiya señaló que Sri Lanka e Irán están "listos para firmar cinco pactos, o Memorandos de Entendimiento (MoU) en la visita, solo la segunda desde uno en abril de 2008 por el entonces presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad". Uno de estos estará relacionado con un proyecto hidroeléctrico.
Al-Ain media en los Emiratos Árabes Unidos señaló que el presidente iraní había viajado a Sri Lanka después de su visita a Pakistán, pero que el Ministro del Interior de Irán no estaba presente. Esto es claramente un revés para Irán y su habitual impunidad para cometer crímenes en todo el mundo y respaldar grupos terroristas sin tener ningún contratiempo. Ahora Irán parece ligeramente sacudido por la decisión argentina.
"La Agencia de Noticias Oficial Iraní (IRNA) informó que el Ministro del Interior regresó a Irán ayer, martes, donde asistió a la ceremonia de inauguración de un gobernador regional", señaló Al-Ain media. "El martes, el gobierno argentino pidió a Pakistán y Sri Lanka que arrestaran al Ministro del Interior iraní, al que acusa de estar involucrado en el ataque a un centro judío en Buenos Aires en 1994", también señaló Al-Ain.
La decisión del presidente iraní de continuar sin parte de la delegación es una vergüenza para Irán mientras busca establecer contactos en el sur de Asia.