Un comedor con paredes negras y pinturas de 2,000 años de antigüedad inspiradas en la Guerra de Troya ha sido descubierto durante excavaciones en la ciudad romana de Pompeya, informaron las autoridades el jueves.
El tamaño de la habitación - aproximadamente 15 metros de largo y 6 metros de ancho - la calidad de los frescos y mosaicos de la época del Emperador Augusto, y la elección de personajes sugieren que se usaba para banquetes, según el Parque Arqueológico de Pompeya.
"Las paredes fueron pintadas de negro para evitar que se viera el humo de las lámparas de aceite en las paredes", dijo Gabriel Zuchtriegel, jefe del parque.
"La gente solía reunirse para cenar después del atardecer, y la luz titilante de las lámparas tenía el efecto de hacer que las imágenes parecieran animadas, especialmente después de unas copas de buen vino campano".
Pompeya y los alrededores fueron sumergidos por cenizas volcánicas cuando el Monte Vesubio explotó en el año 79 d.C., matando a miles de romanos que no tenían idea de que estaban viviendo debajo de uno de los mayores volcanes de Europa.
Nuevo impulso de actividad arqueológica
El sitio ha experimentado un nuevo impulso de actividad arqueológica destinado a detener años de deterioro y abandono, en gran parte gracias a un proyecto financiado por la Unión Europea con 105 millones de euros ($112 millones).
El tema dominante de las pinturas recién descubiertas es el heroísmo y el destino.
Un fresco representa a Paris y Helena, cuyo romance causó la Guerra de Troya, según relatos clásicos. Otro muestra a la profetisa condenada Cassandra y el dios greco-romano Apolo.
Según la mitología griega, Cassandra predijo la Guerra de Troya después de recibir el don de la clarividencia de Apolo, pero nadie le creyó. Esto se debió a una maldición que Apolo le impuso por negarse a entregarse a él.