Tres mujeres israelíes liberadas de la cautividad de Hamas la semana pasada compartieron relatos de su tiempo en Gaza, arrojando luz sobre meses de tormento físico y psicológico, según un informe del sitio de noticias N12.
Las mujeres describieron cómo las trasladaban entre viviendas civiles y túneles de Hamas. Permanecieron en condiciones insalubres durante meses y a menudo se les negaban duchas, atención médica y acceso a instalaciones de higiene adecuadas. Algunas estuvieron en completa oscuridad por largos períodos y sufrieron hambre severa.
Además de su sufrimiento físico, las rehenes fueron sometidas a trabajos forzados. Algunas fueron obligadas a cocinar comidas y limpiar baños para sus captores. Se les prohibió llorar o tomarse de las manos, exacerbando aún más su angustia psicológica.
Crimen contra la humanidad
A pesar del trauma, pequeños destellos de esperanza surgieron durante su calvario. Una mujer, cuyo cumpleaños coincidió con su cautiverio, escuchó a su familia felicitándola por radio, lo que levantó su ánimo. Otros vieron cobertura de noticias sobre protestas exigiendo su liberación, lo que los fortaleció.
Algunos rehenes pasaron tiempo con los hijos de combatientes de Hamas, incluso jugando con ellos, mientras que unos pocos aprendieron árabe durante su encarcelamiento.
Las mujeres revelaron que algunas fueron inicialmente mantenidas juntas pero luego fueron separadas. Estas separaciones, combinadas con el trato severo y la falta de comunicación, profundizaron la sensación de aislamiento que sufrieron.
Los funcionarios israelíes han condenado enérgicamente a Hamas, acusando al grupo de violar el derecho internacional. "El sufrimiento de estas mujeres no debe ser olvidado", dijo un funcionario. "Cada día que pasaron en cautiverio es un crimen contra la humanidad".