Gadi Moses, de 80 años, fue liberado después de 482 días en cautiverio en Gaza. Compartió escalofriantes detalles de su cautiverio, cómo negoció con sus captores por libros y televisión, soportó pobre higiene y escasez de alimentos, y descubrió que su esposa había sido asesinada el 7 de octubre.
Moses, quien fue liberado el jueves, le contó a su familia sobre las condiciones inhumanas que sufrió como rehén. Reveló que podía sentir de primera mano cuándo había comida disponible en Gaza y cuándo no. La higiene era una lucha constante, con duchas limitadas y condiciones insalubres.
Para preservar su cordura, Moses desarrolló una estricta rutina de supervivencia: dar paseos diarios, resolver acertijos matemáticos y mantener conversaciones imaginarias con sus seres queridos.
Guardias de Hamas controlaban su acceso a las noticias
Moses explicó que negoció con sus captores para que le permitieran ver televisión. En ocasiones, pudo ver imágenes de las protestas exigiendo su liberación.
Hubo momentos en los que le permitieron mirar, y momentos en los que no. Fue esporádico," dijo su sobrino, Shai, a Walla. "Pero por lo que escuchamos de Margalit, quien fue liberada en el primer intercambio de rehenes, hubo momentos en los que, a pesar de todo, cuando estás solo con un guardia, se convierte en una interacción humana a humana. Aunque siempre hubo un desequilibrio de poder, alguna forma de negociación era posible."
Como parte de sus tratos con sus captores, Moses logró obtener libros en inglés, incluyendo uno sobre problemas ambientales y otro sobre el Islam.
Descubriendo el asesinato de su esposa mientras estaba en cautiverio
Mientras estaba encarcelado, Moses se enteró de que su esposa, Efrat Katz, había sido asesinada por Hamas el 7 de octubre. Escuchó la noticia, ya sea a través de una transmisión de radio o a través de insinuaciones sutiles de sus captores.
"En algún momento, se dio cuenta de que debía dejar de esperar un rescate inmediato y concentrarse en sobrevivir cada día," explicó Shai. "Se entrenó a sí mismo para pensar de manera diferente, para seguir adelante, y para evitar la aplastante decepción de no ser liberado a la mañana siguiente."
Para mantenerse activo mental y físicamente, Moisés desarrolló hábitos rígidos. Recorría su habitación contando los azulejos del suelo para medir distancias y resolvía problemas de matemáticas en su mente.
Tras su liberación, Moisés dejó claro que su máxima prioridad es restaurar el Kibbutz Nir Oz, que los terroristas de Hamas devastaron el 7 de octubre.
"Este kibbutz es su obra de vida", dijo Shai. "Ha estado allí desde que tenía 20 años, lo construyó con sus propias manos y no soporta verlo en ruinas".
Desde su secuestro, la familia de Moisés ha estado a la vanguardia de la defensa de la liberación de rehenes, bloqueando las principales carreteras e intersecciones para presionar al gobierno.
"Él sabía que estábamos luchando por él, que no nos rendíamos. Fue increíblemente gratificante escuchar eso", dijo Shai. "Lideramos esta lucha con una pequeña esperanza de que él nos viera. Si logramos darle fuerza aunque sea por un día en esa pesadilla, entonces hicimos nuestro trabajo".
Ahora libre, Moisés y su familia piden al público israelí que mantenga la presión para la liberación de todos los rehenes restantes.
"Los rehenes nos ven y nos escuchan", enfatizó Shai. "El mundo nos ve y nos escucha. La mayoría de los israelíes apoyan un acuerdo, y debemos asegurarnos de que sea visible. Debemos luchar hasta que el último rehén regrese a casa."
Los momentos de su liberación
La emotiva reunión de Moisés con su familia fue capturada en un poderoso video, mostrando al octogenario abrazando a su nieto. La transferencia de la Cruz Roja fue tensa, con multitudes reuniéndose alrededor del convoy mientras se movía por Gaza.
"Cuando vimos el video de Gadi abrazando a Arbel, finalmente respiramos aliviados, estaba de pie", recordó Shai. "Sabíamos que era fuerte, pero también tiene 80 años. La última filmación de él en diciembre lo mostró de pie, pero exhausto y frágil. Verlo abrazar a Arbel, su calidez y presencia paternal, fue un momento de claridad: este era realmente Gadi."
Ahora que Moisés está libre, su lucha no ha terminado.
"Ya está pensando en los próximos pasos", dijo Shai. "Pero primero, necesita recuperarse. Pronto volverá a la lucha, no solo por él mismo, sino por cada rehén que aún está en cautiverio en manos de Hamas."