Rabino ultraortodoxo insta a su comunidad a abandonar instituciones sionistas

"El sionismo es un movimiento cuyo propósito es establecer al pueblo judío en una base explícitamente secular, arraigada en la herejía", escribió Landau.

 Rabino Dov Lando visto durante una reunión para discutir el reclutamiento de judíos ultra-ortodoxos a las FDI en la ciudad ultra-ortodoxa de Bnei Brak, 5 de abril de 2024.  (photo credit: SHLOMI COHEN/FLASH90)
Rabino Dov Lando visto durante una reunión para discutir el reclutamiento de judíos ultra-ortodoxos a las FDI en la ciudad ultra-ortodoxa de Bnei Brak, 5 de abril de 2024.
(photo credit: SHLOMI COHEN/FLASH90)

El rabino Dov Landau, uno de los líderes más importantes de la comunidad ultraortodoxa lituana en Israel, ha dirigido a representantes del partido político Degel HaTorah a retirarse de toda participación en instituciones sionistas, citando diferencias ideológicas irreconciliables con las bases seculares del sionismo.

En una carta publicada el martes en el periódico ultraortodoxo Yated Ne'eman, Landau escribió: "El sionismo es un movimiento cuyo propósito es establecer al pueblo judío en una base explícitamente secular, arraigada en la herejía y la rebelión contra la soberanía divina". Además, afirmó: "No hay permitido participar con ellos, servir en ningún papel dentro de sus instituciones, ni votar en sus elecciones en ninguna forma".

El rabino enfatizó que la participación en estas instituciones constituye apoyo a creencias contradictorias a los valores judíos tradicionales, advirtiendo que conduce a la "profanación del nombre de Dios".

Un cambio en la dinámica de la OZS

La declaración de Landau se produjo en medio de debates más amplios sobre el papel de las comunidades ultraortodoxas y religiosas en las instituciones sionistas. La Organización Sionista Mundial (OZS), fundada en 1897 por Theodor Herzl, supervisa instituciones críticas como la Agencia Judía para Israel, el Fondo Nacional Judío (JNF) y Keren Hayesod.

 Vista de la carta del rabino Dov Landau publicada en Yated Ne'eman. (credit: screenshot)
Vista de la carta del rabino Dov Landau publicada en Yated Ne'eman. (credit: screenshot)

En los últimos años, ha sido evidente un cambio hacia facciones religiosas de derecha en estas instituciones. Según lo informado por The Jerusalem Post en 2020, las elecciones para el 38º Congreso Sionista Mundial (WZC) vieron cómo las listas ortodoxas ganaban terreno significativo, con la facción Eretz HaKodesh, una coalición de figuras religioso-sionistas conservadoras y ultraortodoxas, recibiendo más de 20,000 votos. Su plataforma evitó notablemente los términos "sionista" o "Estado de Israel" y aseguró a los posibles votantes que la participación en las elecciones de la OZS no implicaba un alineamiento ideológico con el sionismo.

El Post también informó que Eretz Hakodesh apeló a los votantes ultraortodoxos resaltando lo que percibían como esfuerzos de movimientos judíos liberales para erosionar las prácticas religiosas tradicionales en Israel. Uno de sus mensajes de campaña advertía contra el crecimiento del pluralismo religioso, incluyendo los servicios de oración no ortodoxos en el Muro Occidental.

La división teológica

La oposición de Landau a las instituciones sionistas está arraigada en una teología ultraortodoxa de larga data, la cual rechaza el proyecto sionista como una empresa secular-nacionalista. Su carta subrayó este punto de vista:

"El sionismo es un movimiento cuyo propósito es establecer al pueblo judío sobre una base explícitamente secular, arraigada en la herejía y la rebelión contra la soberanía divina. Todas las instituciones nacionales se construyen sobre esta ideología. No hay lugar para participar con ellos, servir en cualquier rol dentro de sus instituciones, o votar en sus elecciones de ninguna forma. Hacerlo constituye apoyo a la herejía y profanación del nombre de Dios", escribió el martes.

Landau aclaró que la participación en las elecciones parlamentarias israelíes está permitida según las directivas de autoridades rabínicas anteriores, quienes la consideraban una medida necesaria para proteger el carácter religioso del estado judío. Sin embargo, la participación en la Organización Sionista o en organismos afiliados se considera fundamentalmente incompatible con los principios religiosos.

El Dr. Yizhar Hess, vicepresidente de la Organización Sionista Mundial (WZO) y representante del movimiento Conservador, expresó su decepción por la potencial renuncia de los representantes de Degel HaTorah: "Admito que sentiría tristeza si los representantes de Degel HaTorah se ven obligados a renunciar al Congreso Sionista y a las instituciones nacionales. El hecho de que los representantes ultra-ortodoxos, Reformistas y Conservadores hayan podido superar sus diferencias y firmar un acuerdo de coalición conjunto me dio un sentido de optimismo. Aprendimos a conocernos, a discutir, pero también a encontrar acuerdo en muchos temas e incluso a compartir momentos de risa. Cuando trabajas juntos por objetivos comunes, te acercas".

Hess añadió que las conexiones forjadas a través de estas interacciones han tenido un efecto humanizador:

"Más de una vez, me pregunté si Shmuel Litov (Degel HaTorah/Eretz Hakodesh) y Ronit Beitner (Women of the Wall/Movimiento Reformista) habrían tenido la oportunidad de conocerse, y mucho menos de convertirse en amigos, si no fuera por sus innumerables reuniones alrededor de la misma mesa y visitas conjuntas a varios proyectos".

Implicaciones para Degel HaTorah

La decisión de retirarse de las instituciones sionistas podría tener implicaciones prácticas para Degel HaTorah, que es parte de la facción de United Torah Judaism (UTJ) en la Knéset. UTJ ha evitado históricamente el apoyo ideológico al sionismo mientras colabora con los mecanismos estatales para asegurar financiamiento para la educación religiosa y otras necesidades de la comunidad.

La participación futura de Degel HaTorah en foros judíos internacionales, como el WZC, sigue siendo incierta tras esta directiva. El WZC, que se reúne cada cinco años, influye en miles de millones de dólares en financiamiento para iniciativas educativas sionistas y judías en todo el mundo.

Jeremy Sharon contribuyó a este informe.