¿Vida en Marte? La NASA pudo haber matado vida marciana sin querer

Un experto sugiere que la NASA podría haber descubierto vida en Marte en los años 70 y accidentalmente la extinguió. Conoce los detalles de esta polémica teoría.

  (photo credit: REUTERS)
(photo credit: REUTERS)

Mientras la búsqueda continua para detectar vida en Marte, el plan de la NASA para recuperar muestras del planeta está programado para concluir a principios de la próxima década. Sin embargo, un científico propone una noción intrigante: que posiblemente encontramos vida en el Planeta Rojo hace casi cinco décadas, un encuentro que pudo haber terminado trágicamente.

Antes del histórico viaje del rover Curiosity, dos aterrizadores anteriores jugaron un papel vital. El programa Viking de la NASA, lanzado en 1975, no solo ofreció los primeros vistazos al paisaje de Marte, sino que también realizó análisis biológicos de su suelo, con el objetivo principal de descubrir indicios de vida.

Un cambio de paradigma

Los datos de estas sondas provocaron un cambio de paradigma entre la comunidad científica de la Tierra con respecto a la presencia de agua en Marte. Las exploraciones revelaron numerosas formaciones geológicas consistentes con los efectos de flujos de agua sustanciales. Se descubrieron vastos canales fluviales en varias regiones, y surgieron evidencias de inundaciones catastróficas que rompieron presas, tallaron valles extensos, erosionaron formaciones rocosas y recorrieron miles de kilómetros. Amplias redes de canales y arroyos ramificados eran comunes en el hemisferio sur, resaltando la probabilidad de lluvias pasadas en Marte. Incluso los científicos encontraron que las pendientes de los volcanes marcianos eran similares a las de Hawái, lo que significaría que estuvieron expuestos a la lluvia. Ciertos cráteres incluso mostraban características similares a impactos en terreno fangoso.

Los experimentos

Sin embargo, una serie de experimentos arrojó resultados desconcertantes que confundieron a los científicos. Los aterrizadores llevaron a cabo tres experimentos distintos. El primero produjo resultados afirmativos que sugerían procesos metabólicos. Sin embargo, los efectos adversos de los dos experimentos posteriores, que no lograron detectar sustancias orgánicas, llevaron a los investigadores a especular que el resultado positivo inicial podría haber sido debido a reacciones químicas no biológicas. En términos más simples, el primer experimento detectó rastros de materiales orgánicos combinados con cloro, probablemente contaminantes transportados inadvertidamente desde la Tierra.

Otro aspecto del experimento implicaba introducir agua infusionada con nutrientes y carbono radioactivo (carbono-14) en el suelo marciano. La hipótesis era que el carbono radioactivo sería liberado como gas por microorganismos marcianos, quienes consumirían los nutrientes. Aunque el experimento inicial indicó la emisión de este gas radioactivo (ausente en un experimento de control), los resultados restantes permanecieron inconclusos. Según una explicación en la plataforma científica "iflscience", la presencia de bacterias debería haber resultado en una mayor producción de gas con inyecciones adicionales de nutrientes e incubación prolongada. Sin embargo, las inyecciones sucesivas no lograron provocar más emisiones de gas. El culpable probable de la lectura positiva inicial fue el perclorato, un compuesto utilizado en combustible de cohetes, que podría haber alterado el procesamiento de nutrientes.

La otra teoría

Sin embargo, existe una teoría alternativa. El profesor Dirk Schulz-McKoch, una autoridad en habilitación planetaria y astrobiología en la Universidad Técnica de Berlín, sostiene que incluir agua en el experimento podría haber sido un descuido, potencialmente llevando a la desaparición de las bacterias que se buscaban.

En una publicación de junio en la revista BigThink, él menciona que la vida en la Tierra prospera en entornos extremos, como las bacterias dentro de rocas de sal que absorben humedad del aire. Sumergir estas bacterias en agua podría resultar fatal, potencialmente explicando la ausencia de detección de gas radiactivo a pesar de las inyecciones adicionales de nutrientes. El profesor Schultz-McKoch había propuesto previamente la posibilidad de que la vida marciana contenga peróxido de hidrógeno dentro de sus células. En un estudio de 2007, describió las ventajas de tal configuración para la vida marciana, incluyendo un bajo punto de congelación, una fuente de oxígeno y higroscopia.

Escribió: "Si asumimos que la vida marciana indígena podría haberse adaptado a su entorno incorporando peróxido de hidrógeno en sus células, esto podría explicar los resultados de Viking." Añadió, de manera divertida, que el cromatógrafo de gases espectrómetro de masas sometió muestras a calentamiento antes del análisis. "Si las células marcianas contenían peróxido de hidrógeno, eso las habría matado. Además, habría causado que el peróxido de hidrógeno reaccionara con cualquier molécula orgánica en las cercanías para formar grandes cantidades de dióxido de carbono, que es exactamente lo que el instrumento detectó."

Aunque especulativa, esta noción plantea que la humanidad posiblemente encontró vida en Marte hace casi cinco décadas, terminándola inadvertidamente poco después del descubrimiento.