Después de que hayan pasado quinientos días desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamas el 7 de octubre de 2023, los datos actualizados del Departamento de Rehabilitación del Ministerio de Defensa y las FDI, obtenidos por Maariv, revelan el alto costo que la guerra ha tenido en soldados, reservistas y fuerzas de seguridad.
Desde que comenzó la guerra, 846 soldados y personal de seguridad han fallecido, y 15,000 han resultado heridos — 8,600 con heridas físicas y 7,500 luchando con trauma psicológico, incluyendo trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad, depresión y trastornos de adaptación. Del total de víctimas, el 7% son mujeres y el 93% son hombres.
Los reservistas representan el 66% de los heridos, mientras que el 17% son soldados en servicio activo, y el 10% son agentes de policía que lucharon en el conflicto. Más de la mitad de las víctimas (51%) tienen entre 18 y 29 años, y el 30% tienen entre 30 y 39 años.
Una estadística impactante subraya la intensidad de la guerra: 1,500 soldados han sido heridos dos veces y han regresado al combate a pesar de sus lesiones. Algunos fueron heridos físicamente al principio de los enfrentamientos, tratados y luego regresaron a la primera línea, solo para ser heridos nuevamente. Otros, sufriendo de trauma psicológico, decidieron unirse nuevamente a la lucha, soportando más angustia emocional.
Inminente crisis de salud mental
Un reciente informe del Contralor del Estado, publicado la semana pasada, advierte sobre una inminente crisis nacional de salud mental.
El informe señala que el gobierno "no ha hecho lo suficiente para abordar los desafíos de salud mental anticipados", estimando que "no menos de 3 millones de israelíes podrían desarrollar síntomas de depresión, ansiedad y TEPT como resultado de la guerra".
El informe advierte que Israel no está preparado para hacer frente a la creciente necesidad de atención psicológica, con el sistema actual ya sobrecargado por largas listas de espera para tratamiento.
Mientras los soldados heridos físicamente enfrentan una rehabilitación prolongada que implica cirugías y fisioterapia, aquellos con trauma psicológico enfrentan caminos de recuperación igualmente desafiantes.
Los expertos en salud mental predicen un aumento brusco en los casos psicológicos relacionados con la guerra en los próximos años, lo que plantea desafíos significativos para los sistemas de salud y bienestar de Israel.