El Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo que no era fácil ponerse de acuerdo con Estados Unidos en los puntos clave de un posible acuerdo de paz para poner fin a la guerra en Ucrania y que Rusia nunca permitiría depender económicamente del Oeste nuevamente.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien dice que quiere ser recordado como un pacificador, ha dicho repetidamente que quiere poner fin a la "masacre" de la guerra de tres años en Ucrania, aunque aún no se ha llegado a un acuerdo.
"No es fácil llegar a un acuerdo sobre los componentes clave de un acuerdo. Se están discutiendo", dijo el Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en una entrevista con el periódico Kommersant cuando se le preguntó si Moscú y Washington tenían acuerdo en algunos aspectos de un posible acuerdo de paz.
"Somos conscientes de cómo se ve un acuerdo mutuamente beneficioso, que nunca hemos rechazado, y cómo se ve un acuerdo que podría llevarnos a otra trampa", dijo Lavrov en la entrevista publicada en la edición del martes.
El Kremlin dijo el domingo que era demasiado pronto para esperar resultados de la restauración de relaciones más normales con Washington.
Lavrov dijo que la posición de Rusia había sido claramente expuesta por el presidente Vladimir Putin en junio de 2024, cuando Putin exigió que Ucrania debía abandonar oficialmente sus ambiciones de unirse a la OTAN y retirar sus tropas de la totalidad del territorio de cuatro regiones ucranianas reclamadas por Rusia.
"Estamos hablando de los derechos de las personas que viven en estas tierras. Por eso estas tierras nos son queridas. Y no podemos renunciar a ellas, permitiendo que la gente sea expulsada de allí", dijo Lavrov.
Actualmente, Rusia controla poco menos de una quinta parte de Ucrania, incluida Crimea, que Rusia anexó en 2014, y partes de otras cuatro regiones que Moscú ahora reclama como parte de Rusia, una afirmación no reconocida por la mayoría de los países.
Lavrov elogió el "sentido común" de Trump y por decir que el apoyo previo de Estados Unidos a la aspiración de Ucrania de unirse a la alianza militar de la OTAN fue una de las principales causas de la guerra en Ucrania.
Pero la élite política de Rusia, dijo, no toleraría ningún movimiento que llevase a Rusia de nuevo hacia una dependencia económica, militar, tecnológica o agrícola del Oeste.
La globalización de la economía mundial, dijo Lavrov, había sido destruida por las sanciones impuestas a Rusia, China e Irán por la administración del ex presidente de EE. UU. Joe Biden.
'Arrebato de tierras al estilo imperial'
Biden, líderes de Europa Occidental y Ucrania describen la invasión de Rusia en 2022 como un arrebato de tierras al estilo imperial, y prometieron repetidamente derrotar a las fuerzas rusas.
Putin presenta la guerra en Ucrania como parte de una batalla con un Occidente en declive, que según él humilló a Rusia después de la caída del Muro de Berlín en 1989 al expandir la alianza militar de la OTAN y avanzar en lo que considera la esfera de influencia de Moscú.