Las FDI se hicieron cargo del cruce de Rafah en medio de las negociaciones de rehenes y el acuerdo de cese al fuego de Hamas. El MK Simcha Rothman critica las conversaciones con los EE. UU.
El esfuerzo estadounidense por detener la guerra no ha contribuido a apuntalar la frágil confianza que los países árabes moderados -que desean una victoria israelí- tienen en Estados Unidos.
A pesar de estos cálculos, EE.UU. aún no está seguro de si Israel actuará en su objetivo inicial de ingresar a la ciudad más al sur de Gaza, donde un millón de gazatíes se están refugiando.
El apoyo de Biden a Israel en su guerra contra Hamas ha surgido como una responsabilidad política para el presidente, especialmente entre los jóvenes demócratas.
Quién iba a imaginar que en las principales universidades estadounidenses, administradores, profesores y estudiantes se pondrían del lado del discípulo de Hitler: Hamás.
La oposición de Georgia había convocado a opositores el domingo a manifestarse durante toda la noche frente al parlamento para evitar que los legisladores ingresaran el lunes.
Trump acusa a Biden de ponerse del lado de Hamas, reitera que la guerra no habría ocurrido si él fuera presidente.
"Siempre nos comprometeremos con la seguridad de Israel", dijo Miller. "Eso no ha cambiado, no cambiará".
La Asamblea General de la ONU votó a favor de respaldar la membresía palestina, instando al Consejo de Seguridad a reconsiderar. La medida enfrenta oposición.
La Casa Blanca aclara su postura sobre la operación de Israel en Rafah, apoyando el objetivo de atacar a Hamas pero instando a la precisión para evitar el sufrimiento humanitario.