Los días festivos de Tishrei marcan nuevos comienzos y los nuevos comienzos suelen venir con nuevas resoluciones. Durante las vacaciones salimos de la rutina, y es un buen momento para tener una conversación con nosotros mismos y explorar qué queremos cambiar, con énfasis en mejorar nosotros mismos y nuestras vidas.
Muchas veces, entrenadores físicos y nutricionistas escuchan promesas como "Este año me cuidaré a mí mismo", cuando la intención suele ser ponerse en forma o relajarse de un estilo de vida estresante e introducir alimentos más saludables en la dieta diaria de esa persona.
Pero en su mayoría, las palabras y las acciones son diferentes y muchos de los que juran que este año harán cambios se rinden antes incluso de empezar.
Esta vez no será así. Si te has prometido ponerte en forma este año, es posible y ni siquiera tan aterrador. A veces es el miedo a los primeros entrenamientos lo que nos detiene. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a regresar al gimnasio y perseverar.
Comienza poco a poco
Ponerse en forma no requiere mucho tiempo, y no tienes que empezar con entrenamientos complejos y difíciles.
Incluso si te imaginas en una escena de película de ejercicio con mucho sudor, respiración pesada y duro trabajo como en las películas de Rocky, recuerda que debes darte cuenta de que después de un período sin entrenamiento, el cuerpo entra en homeostasis, un estado en el que se ajusta al hecho de que no haces ejercicio, y tomará tiempo cambiar eso. No queremos que tus músculos se endurezcan tanto que no puedas moverte.
¿Qué puedes hacer? Comienza poco a poco, y aunque la mente realmente quiera avanzar, dale al cuerpo tiempo para adaptarse.
Es mejor comenzar en las primeras dos o tres semanas con dos sesiones de entrenamiento por semana a una intensidad ligera a moderada, con pesas bajas de hasta dos kilogramos y menos repeticiones, y lentamente comenzar a aumentar la cantidad de repeticiones y su intensidad.
Encuentra un entrenamiento en el que no sufras
Al regresar al entrenamiento de acondicionamiento físico, o incluso al comenzar un deporte en particular, es muy importante encontrar el estilo que te convenga, sea relajante y agradable de practicar y que no te haga sufrir, ni siquiera al principio.
De esa manera, con el paso del tiempo, los entrenamientos de los que no sufres se convertirán en los que amas, e incluso podrías volverte adicto/a. Puede ser una cierta clase que te entusiasme, ya sea un juego de pelota o una ligera carrera al atardecer.
En este punto, puedes crear una rutina de ejercicios y disfrutar de algo que no querrás abandonar.
Elige un entrenador motivador
Encuentra un centro de fitness que te haga sentir bien contigo mismo/a y profesionales que te acompañarán de la mejor manera. No importa qué rutina elijas, ten en cuenta que estás siendo supervisado/a con un ojo profesional que observa desde el costado y sabe cómo animarte cuando es difícil, pero detenerte cuando te estás excediendo.
Muchas lesiones resultan de atajos, así que no te excedas. Además, es importante que los entrenadores profesionales te animen a tener éxito a través del refuerzo positivo.
Pequeños regalos
Nos gusta mimarnos a nosotros mismos, y sobre todo felicitarnos por tener éxito. Haz un trato contigo mismo/a. Si alcanzas objetivos específicos, date un capricho con algo que te haga sentir bien.
Puede ser un buen masaje, una divertida comida con amigos o incluso un café regular después del entrenamiento. Cuando sabes que hay una recompensa esperándote, seguirás adelante hasta que te acostumbres a hacer ejercicio nuevamente.
Recuerda que te mereces disfrutar del movimiento, apreciar tu cuerpo y, sobre todo, celebrar la decisión que tomaste.
Omer Rosenberg es un entrenador de fitness y el propietario de Next Fitness.