La visita de Qaani a Bagdad, lejos de señalar fortaleza, revela la desesperación del régimen por aferrarse a su imperio en ruinas.
Las fuerzas iraquíes reprimieron a manifestantes que atacaron un KFC en Bagdad: tres heridos y doce detenidos, tras llamamientos de Kataib Hezbollah a boicotear marcas estadounidenses.