El año 2023 presentó un obstáculo para la economía israelí, con la crisis de la reforma judicial controvertida y la guerra en curso entre Israel y Hamás que suscitaron preguntas sobre la resiliencia.
Aunque es muy probable que el presupuesto de 2024 sea aprobado como ley, muchos factores controvertidos siguen en la agenda, siendo principalmente la financiación del sistema educativo jaredí.