Naama Levy, liberada después de meses de cautiverio, revela su experiencia solitaria en un túnel de Hamas. Un testimonio desgarrador.
A pesar del hambre extrema, Hamas utilizó técnicas para alterar la apariencia de los rehenes, haciéndolos parecer saludables y enérgicos antes de su liberación.
Antes del secuestro de Naama, ella se desempeñaba como voluntaria en las Naciones Unidas, la Cruz Roja y la organización de coexistencia Manos de Paz.